Los alumnos tienen la capacidad de reconocer cuando no entienden algo, cuando necesitan ayuda adicional, para posteriormente saber pedir la ayuda en el momento oportuno, la metacognición supone la capacidad de reflexionar sobre los procesos de construcción del conocimiento y sacar de ello un enorme provecho pedagógico.
Es ahí donde entra la función del profesor, desarrollar en sus estudiantes una conciencia clara de lo que efectivamente han aprendido, de las estrategias que han utilizado en ese aprendizaje y, lo más importante, reconocer lo que aún les falta por aprender.
Para esto se necesita desarrollar algunas estrategias en los alumnos como lo son el estar conscientes de que se enfrentan a una tarea de aprendizaje, así como seleccionar las mejores estrategias y autoevaluar el proceso que han llevado a cabo para por último evaluar para darse cuenta de que es lo que hace falta adquirir.
Esta línea de pensamiento colabora, además, en el fortalecimiento de la autonomía de los alumnos y, fundamentalmente, ayuda a la elaboración de pensamientos más complejos al incorporar la experiencia de reconocer, seleccionar e implementar estrategias. Todo esto es sin duda una enseñanza utilísima para la vida.
EDGAR ISLAS MONTOYA
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