Es la capacidad que se tiene de autoregular el propio aprendizaje, es decir de planificar qué estrategias se han de utilizar en cada situación, aplicarlas, controlar el proceso, evaluarlo para detectar posibles fallos, y como consecuencia... transferir todo ello a una nueva actuación.
El proceso didáctico al cual hacemos referencia supone el uso de situaciones problema como parte de una planificación integral, la situación problema se define así “ es una situación de aprendizaje en la que se propone al alumno un enigma que solo podrá descifrar si es capaz de remodelar una representación que pueda identificar con precisión o si adquiere una competencia que le falte, es decir si supera un obstáculo”. La situación se construye en función de dicho progreso.
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